¿Ha visto nunca un jubilado apresurarse para coger turno en un ayuntamiento, un cajero de supermercado o su dispensario predilecto? Suele ser habitual a nuestro alrededor retratar este tipo de estampas. El tiempo lo vale y los más experimentados son conscientes de la alta retribución que ofrece.
La mayoría de retirados de la vida laboral disponen de un tiempo relativamente escaso respecto aquellos que no se han iniciado en ella. Por motivos naturales y otras causas que nada tienen que ver con la naturaleza. Los ahogados por el reloj tienden a empujar a los progenitores al pluriempleo no remunerado y a batallar con sus mismas prisas…
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